El director y fundador del Núcleo Milenio CESIEP repasa la trayectoria del Núcleo, desde su nacimiento hasta los desafíos que le aguardan en el futuro.

rodrigoCESIEP se ha convertido en un reconocido grupo de investigación. Ahora bien, ¿cómo surgió la idea de formar este Núcleo?
Nació de mi propia experiencia, después de haber vivido siete años en el extranjero por mis estudios de doctorado. Al principio no fue fácil reconectarme con Chile, pero estaba seguro de querer entregar al país lo que había aprendido. Entendía que podía contribuir en mucho, lo que era una gran fuente de motivación.
Pronto vi que mi tema, evaluación del impacto de las políticas ambientales vinculadas con la dimensión social, estaba poco desarrollado. Esto daba amplio espacio para trabajar, a la vez que dificultaba encontrar economistas ambientales con quienes formar equipo.
Gracias a un Fondecyt de iniciación empecé a investigar. Mi objetivo era que el proyecto creciese. Partí por identificar potenciales socios. Primero, mirando a mis colegas de la Universidad Católica y, luego, a los de otras instituciones.

Sabemos que traducir conceptos y teorías científicas en un “lenguaje común” es complejo. ¿Cómo explicarías en forma breve en qué consiste la investigación que realiza CESIEP?
Toda política bien diseñada pasa por estudiar el comportamiento de las personas, que son los agentes que impactan en las realidades. Las políticas ambientales no son una salvedad. Un claro ejemplo lo encontramos en el Decreto Ley 701, el cual fija el régimen legal de los terrenos forestales. ¿De qué depende el éxito de esta norma? En parte, de que considere la dimensión social a la hora de establecer incentivos y subvenciones.

Se habla mucho de la crisis de la ciencia en Chile. Ante este panorama, ¿por qué es importante la investigación de CESIEP?
Efectivamente, la inversión en Ciencia en Chile es baja, pese a ser un país desarrollado según los estándares internacionales. Esto da pie a preguntarse si se deberían dedicar más recursos a hospitales o escuelas, por ejemplo. En este contexto, núcleos como CESIEP demuestran la trascendencia de la ciencia, ya que nuestros estudios ayudan a proyectar mejores políticas públicas y a tomar decisiones adaptadas a las necesidades de la población.

¿Qué significa para su investigación el convertirse en Núcleo Milenio?
Nos ha entregado una visibilidad que de otro modo nos resultaría imposible. Hemos dado a conocer nuestra ciencia y hemos llegado a los tomadores de decisión. También, hemos logrado mayor productividad y formación de capital humano.

En cuanto a avance de su investigación, ¿cuál es el panorama a nivel nacional e internacional?
Sin duda, queda mucho por hacer. En Chile el tema cobra especial relevancia por el peso regional. Los problemas que tenemos pronto afectarán a otros países vecinos. Por eso, las acciones que tomemos han de serviles como referencia. A nivel internacional, incluso en países desarrollados, no hay una práctica estandarizada de cómo abordar la problemática. Eso lo constatamos en nuestra visita el pasado enero al Departamento de Medio Ambiente, Comida y Asuntos Rurales de Reino Unido. De hecho, no hace mucho, en 2012, el parlamento británico llamó a utilizar la escuela-evidencia en política pública. Y es que todavía nos basamos mucho en juicios intuitivos.

La internacionalización es clave en el marco del programa ICM. ¿Qué rol juega este proceso para CESIEP?
Producir ciencia que sea internacionalmente reconocida es una brújula que mide la calidad. En nuestro caso, ha sido prioritario desde el primer minuto. Para ello, nos hemos apoyado en el comité internacional, quienes, entre otras funciones, ejercen de evaluadores externos. Además, Como ya señalé, esperamos convertimos en un ejemplo a seguir a nivel regional. Esto ya está pasando, pues estamos colaborando con dos programas gubernamentales de conservación del medio ambiente: uno en México, con el Pago por Servicios Hidrológicos, y otro en Ecuador, el primero para ser gestionado por la comunidad indígena; y en México, con la evaluación del Pago por Servicios.

Al igual que ustedes evalúan políticas públicas. Hacer ciencia implica evaluar los resultados generados por un mismo. En este sentido, en tu opinión, ¿a qué desafíos tendrá que hacer frente el núcleo para seguir creciendo?
Primero, abrirnos a nuevas áreas de las políticas ambientes (energía, políticas agrícolas, cambio climático, agua, agricultura, pesca o toma de decisiones), pues hoy en día nos ceñimos a ámbitos limitados como las zonas protegidas. En Chile hay pocas políticas ambientales, si bien muchas relevantes desde un punto de vista ambiental. Además, recientemente se ha incorporado la lógica de evaluarlas. En definitiva, hay demanda y temas que requieren atención urgente. Otro reto que aguarda a CESIEP es la interdisciplinariedad, agregar ramas de las ciencias sociales como la psicología, sociología o antropología. Esto, porque la economía no basta para explicar la vinculación de la persona con la cultura.

CESIEP ha cumplido en 2016 un año. ¿Cómo te imaginas al Núcleo en el futuro?
Como un gran centro que conecte la ciencia con la política pública en todas sus dimensiones, que haga investigación con un enfoque integrado. Cualquier política debiera incorporar variables ambientales, económicas y sociales. De este modo, hay políticas ambientales relevantes que derivan efectos en lo social; y al contrario, ya que el feedback entre dimensiones es multidireccional.

Publicación original: Cesiep.cl