Albert Einstein postuló que los resultados de una observación no podían depender de quién lo realizara, es decir, si un objeto es rojo todo observador debe ver a ese objeto de color rojo. A esto se le denominó “realismo local”. “El experimento llevado a cabo en ‘The Big Bell Test’ probó que -al menos a nivel cuántico- no es así”, así explica Gustavo Lima investigador del Instituto Milenio de Investigación en Óptica, MIRO, y líder de esta investigación en la sección Chile.

 “Einstein, quien también contribuyó al nacimiento de la mecánica cuántica – aquella teoría que analiza el comportamiento de lo más pequeño, léase lo cuántico – era a su vez muy crítico de ella. Uno de sus principales reclamos era que ésta no permitía predecir de forma exacta los resultados de todos los fenómenos”, agrega Lima.

El encanto de lo impredecible

John Bell, quien fue un físico del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear CERN, sugirió en 1964 un test experimental que buscaba probar las predicciones de la mecánica cuántica. Hasta hoy en día los resultados de este test han sido auspiciosos, pero la ciencia quiso ir un paso más allá y así nació The Big Bell Test, donde 12 institutos alrededor del mundo crearon un juego inspirado en la prueba de Bell, implementado en Internet.

The Big Bell Test fue ejecutado en línea el 30 de noviembre de 2016, y utilizó como herramienta una característica esencialmente humana: “la capacidad de elegir libremente, independientemente de la elección de otros las mediciones necesarias de implementar, y el resultado fue que las respuestas del test fueron genuinamente aleatorias, es decir, que no están predeterminadas”. Participaron más 100 mil personas durante 24 horas, se obtuvieron 56 millones de datos o bits aleatorios. “Luego, con los resultados matemáticos, se refutó la idea del realismo local de Einstein, pues no se pudieron predecir los resultados” afirma Lima.

“El artículo es importante para nosotros no solo por el gran resultado científico obtenido: éste representa el resultado de muchos años de trabajo y dedicación a la física experimental apoyados por una financiación estatal continua. Muestra que el esfuerzo realizado nos ha permitido crear un grupo de científicos y laboratorios capaces de hacer ciencia de clase mundial”, concluye Aldo Delgado, Director del Instituto Milenio MIRO.

La mecánica cuántica implica una forma diferente de entender la naturaleza. “No existe ningún modelo que admita el realismo local que sea compatible con las predicciones de la mecánica cuántica. Lo más interesante desde mi punto de vista es que los resultados pueden tener aplicaciones tecnológicas como la generación de números aleatorios, sistemas de encriptación de datos computacionales y envío de información”, explica Esteban Sepúlveda, uno de los investigadores que participó en este estudio.

Los científicos que participaron en Chile fueron Gustavo Lima y Jaime Cariñe, quienes estuvieron a cargo del experimento a nivel local, mientras que la teoría para este experimento fue elaborada por Aldo Delgado y Esteban Sepúlveda.

Los otros centros implicados en la investigación son el ICFO (Barcelona), U. Griffith (Brisbane), EQUS-U. Queensland (Brisbane), CEFOP-U. de Concepción (Chile), UCTC (Shanghái), U. de la Costa Azul-CNRS (Niza), IQOQI-Austrian Academy of Sciences (Viena), QUDEV Lab-ETH (Zurich), y LMU (Munich).

Los resultados de este experimento están publicados en el paper Challenging local realism with human choices (“Desafiando el realismo local con elecciones humanas”) en la revista científica Nature.

Link al artículo: https://www.nature.com/articles/s41586-018-0085-3#author-information