Luego de dos años de su creación, el Núcleo Milenio de Formación Planetaria avanza a pasos agigantados en cada una de sus líneas de investigación, y en su ambicioso proyecto de crear en Chile los espejos astronómicos que ayudarán a observar planetas en su proceso de formación. Para hablar sobre todo esto, el 1 de octubre la Iniciativa Científica Milenio se reunió con los investigadores del centro en dependencias de la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso, una de las instituciones albergares del núcleo, junto a la Universidad de Valparaíso y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

En la reunión, Amelia Bayo, directora del NPF y académica del Instituto de Física y Astronomía de la Universidad de Valparaíso, explicó detalladamente el desarrollo tecnológico y científico del centro; subrayó la interdisciplinariedad de sus investigadores, así como las iniciativas de divulgación y aquellas enfocadas a la educación.

“Lo que más destaco de este último año es que hemos graduado a muchos estudiantes y ellos han conseguido posiciones postdoctorales. Además, hemos traídos nuevos postdocs y tenido resultados de alto impacto, muchos liderados por nuestros estudiantes. También destaco que estamos super bien posicionados en el campo de los objetos múltiples”, dijo Bayo.

Entre septiembre de 2018 y septiembre de 2019, los investigadores del centro han publicado 46 artículos ISI WoS, 15 liderados por miembros del NPF, tres de ellos estudiantes de postgrado.

La astrofísica agrega que desde el punto de vista tecnológico, el centro avanzó bastante en la calidad de los espejos creados. “Esto fue producto de habernos formado en el tipo de material -fibra de carbono-. En el NPF tenemos a los únicos expertos en Chile en esta área”, explica.

Recordemos que el núcleo busca crear espejos con base de fibra de carbono de 1 metro de diámetro, los que serán parte del proyecto internacional Planet Formation Imager (PFI), cuyo propósito es resolver una parte importante del proceso de formación de un planeta, observándolo de forma directa en el infrarrojo cercano y medio. Para lograrlo, se debe combinar la luz de más de una docena de telescopios, cada uno con espejos de 4 metros -formados por segmentos de 1 metro- y separados unos de otros por distancias de hasta kilómetros.

Consultada por el trabajo del Núcleo Milenio de Formación Planetaria por motivo de la celebración de los 20 años de la Iniciativa Científica Milenio, su directora ejecutiva, Nicole Ehrenfeld, destacó la importancia y el aporte del centro de investigación en materia de astrofísica a nivel internacional. “Chile es un laboratorio natural en astronomía, y junto con explotar esta característica debemos ser también capaces de asociarlo a la producción e implementación nacional de tecnologías relacionadas a esta materia, labor que está cumpliendo actualmente el Núcleo Milenio de Formación Planetaria”, indicó.

Respecto del futuro del centro, Amelia Bayo indica que los nuevos desafíos son el cambio de infraestructura para poder crecer y mantener el buen balance que existe actualmente entre teoría y observaciones, estableciendo aún más colaboraciones internas de las que ya se están fraguando.

La visita de la Iniciativa Científica Milenio, que comenzó en el edificio A de la Universidad Técnica Federico Santa María, finalizó en el laboratorio donde el NPF trabaja en el perfeccionamiento de los prototipos de espejos que se usarán para construir espejos de calidad astronómica.

Fuente: Carol Rojas, encargada de comunicaciones, Núcleo Milenio de Formación Planetaria, NPF.