Investigadores del Instituto Milenio de Oceanografía se embarcan en una misión inédita, alcanzar el punto más profundo de la Fosa de Atacama, a más de 8 mil metros de profundidad.

Explorar el punto más profundo de nuestro territorio, allí donde ninguna expedición ha llegado, con el fin de realizar el primer estudio sistemático de la microbiología, el plancton y la física-geoquímica del agua profunda, es un objetivo principal del crucero oceanográfico que zarpará desde Valparaíso este 26 de enero liderado por un equipo de científicos del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO). “Todos nuestros centros seleccionan para tratar de responder grandes preguntas. Y el Instituto Milenio de Oceonograría tiene el desafío de responder que hay en las grandes profundidades del Pacífico, lo que constituye uno de los grandes misterios de la oceanografía”, declaró Virginia Garretón, Directora Ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio.

Con más de 8 mil metros, en su punto más profundo, y a unos 100 kilómetros de distancia de la costa norte de nuestro país, se encuentra la Fosa de Atacama, una característica geomorfológica trascendental para Chile: “Si no existiera la Fosa de Atacama, no existiría la Cordillera de los Andes con su gran cantidad de volcanes, ni los mega terremotos con sus tsunamis asociados” dijo el Dr. Osvaldo Ulloa, académico de la Universidad de Concepción (UdeC), director del IMO y líder científico de la expedición a la fosa. “Esta iniciativa marcará un hito en la investigación oceanográfica en nuestro país: el inicio de la exploración y el estudio del mar ultra profundo del Pacífico Sudoriental”, agrega. La investigación se llevará a cabo gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio y de CONICYT, a través del Concurso Nacional de Asignación de Tiempo de, el AGS-61 Cabo de Hornos, operado por la Armada de Chile.

Para Virginia Garretón el viaje que se inicia hoy, da comienzo a la construcción de una respuesta que tendrá un valor sistémico para nuestro país y el mundo: “una fosa tan profunda genera un entorno propio, donde las corrientes, los seres vivos y la geología tienen diferencias con las de otras zonas. Por lo tanto, el impacto de lo que encontremos ahí es probable que sea inmenso. Hoy vamos a explorar la fosa marina más profunda del planeta. Esto puede parecer algo simple, pero para llegar hasta este punto hubo que crear tecnología, generar buenas metodologías e impulsar nuevas interacciones; de hecho, en esta exploración participan ingenieros, oceanógrafos, bioquímicos, biólogos, la Armada y el Gobierno de Chile”, destacó.

Desafíos Tecnológicos

Si se va a explorar el océano profundo, donde priman las altas presiones –más de 800 veces la presión que hay a nivel del mar- se requieren equipos que estén a la altura del desafío. Para lograrlo, el IMO apostó en grande, desarrollando tecnología de punta elaborada por equipos expertos, liderados por el ingeniero Kevin Hardy.

Hardy es un ingeniero oceánico con más de 40 años de experiencia en la construcción de equipos para la exploración del océano, cuyos vehículos autónomos, no tripulados y de caída libre, denominados “landers”, han alcanzado el fondo de varias fosas en todo el mundo, incluida la Fosa de las Marianas, la más profunda del planeta. Uno de sus trabajos más conocidos fue para la expedición “Deepsea Challenge” que realizó James Cameron –director de películas como Titanic y Avatar- el año 2012 al Abismo Challenger en la Fosa de las Marianas.

Hardy aceptó entusiasta el desafío de construir el Lander IMO, equipo que colectará información de variables hidrográficas (temperatura, salinidad y oxígeno disuelto), de variables químicas (concentración y composición isotópica del carbono inorgánico disuelto, alcalinidad y nutrientes) y obtendrá muestras biológicas de microorganismos como de organismos de mayor tamaño, peces y/o crustáceos, a través de un brazo retráctil con carnada. El Lander cuenta también con luces y cámara de video para registrar en alta resolución a las especies habitando su entorno natural las que serán parte de un documental que se prepara sobre esta expedición.

Durante la presente expedición –denominada Atacamex- se utilizará además por primera vez en Chile la red MOCNESS, que permitirá colectar muestras de organismos marinos hasta una profundidad de 6500 metros. Hasta la fecha, los investigadores IMO –liderados por el Dr. Rubén Escribano (UdeC)- habían podido colectar muestras de zooplancton sólo hasta los 3000 metros. Es probable que esta vez se descubran varias nuevas especies para la ciencia, cuyas formas de vida son difíciles de imaginar.

Bajo un mar sin oxígeno y más ácido

¿Qué características oceanográficas hacen del Pacífico Sudoriental un lugar único a estudiar? Sobre la Fosa de Atacama -entre los 100 y 400 metros de profundidad- existe una “zona marina anóxica” donde el oxígeno disuelto del agua es consumido en su totalidad, y grandes cantidades de CO2 son producidos por la respiración de microorganismos que habitan la columna de agua. En consecuencia, las aguas se vuelven anóxicas (sin oxígeno) y su pH disminuye (más ácidas). El material orgánico formado en superficie, en estas aguas, finalmente llega a las grandes profundidades y supuestamente alimenta a los organismos que habitan la fosa. Por lo mismo, el objetivo principal de la segunda etapa de la expedición –denominada Lowphox 2- es entender los procesos de formación de esta materia orgánica que se exporta a las grandes profundidades y conocer los organismos responsables de ello. Este trabajo complementará el iniciado por el IMO el 2015 durante la expedición Lowphox 1 y es liderado por los doctores Cristian Vargas y Peter von Dassow, investigadores asociados del IMO.

En esta expedición se evaluará además en mayor detalle las características físicas y químicas de las masas de agua profundas frente a nuestras costas, lo que –entre otras cosas- permitirá evaluar los posibles cambios que estén ocurriendo en nuestro océano bajo el escenario del cambio climático. El jefe científico de este componente de la expedición es el Dr. Wolfgang Schneider, oceanógrafo físico de la  UdeC y de IMO.